Eres más que lo que haces

Compartir

“Not all who wander are lost” (No todo aquel que vaga está perdido).

Tu trabajo no te define

Eres más que tu trabajo

No vales lo que haces

compass-2646437_1920.jpg

Todos sabemos que esto es verdad en teoría. Lo podemos decir pero cómo nos cuesta sentirlo, creérnoslo y actuar conforme a ello.

Nos toca vivir en un tiempo y en una sociedad que define a las personas básicamente en función de lo que hacen, tienen y consiguen. Una manera de entender el mundo que decide quiénes somos (y si somos alguien) en función del trabajo que desempeñamos (o que no tenemos). Los anglosajones han definido esta tendencia como Work centrality, en castellano, «Centralidad del trabajo”. Este término habla de la importancia relativa que le damos al trabajo en relación a otras áreas de nuestra vida. Hasta qué punto nos valoramos a nosotros mismos en función de qué trabajo tenemos, cómo de bien percibimos que lo desempeñamos y cómo es percibido por los demás. Las personas que le dan un lugar excesivamente central a su trabajo sufren mucho más cuando afrontan un revés profesional y son más proclives a experimentar síntomas como ansiedad o depresión. Quienes colocan el trabajo en un lugar menos central son capaces de actuar con mayor libertad y serenidad, puesto que depositan su autoestima en otros pilares. Pueden observar su realidad y asumir los reveses vividos con mayor equilibrio y distancia.

girl-1064659_1920.jpg

Si el 90% de mi autoestima está depositada en el trabajo que desempeño y en el reconocimiento interno y externo que recibo por llevarlo a cabo, si algo va mal, tengo un serio problema.

Pero es que además, aunque vaya bien, corremos el peligro de entrar en una constante comparación y juicio que nos deshumaniza y nos aleja de los demás. Le quitamos valor a quienes no hacen según determinados criterios. A quienes tienen alguna discapacidad y no pueden trabajar, los ancianos o los desempleados. Incluso metemos en este saco a quienes no actúan de una manera que asumimos es fruto del éxito: quienes no viajan constantemente, compran mucho, viven experiencias exóticas o consumen el ocio de manera voraz e impulsiva.

Merece la pena pararse a reflexionar acerca de si somos víctimas de esta tendencia:

¿Qué consecuencias tiene definirte en función de lo que haces?

  1. Te valorarás en función de lo que crees que estás consiguiendo: dinero, puesto, reconocimiento, calificaciones etc, y es posible que hagas lo mismo con los demás.
  2. Dejarás de tener claro lo que te gusta o confundirás lo que te gusta con lo que te haga sentirte valorado.
  3. Tendrás dificultades para parar si lo necesitas: ante una enfermedad, cansancio, crisis vital, etc. “Si paro, ¿quien soy?”.
  4. Vivirás guiado por el miedo: a no ser suficiente, a no ser productivo, a estancarte, a perder estatus.
  5. Sin querer es posible que juzgues a los demás bajo este mismo prisma, evaluando la valía de otros en función de su categoría. Recuerda, normalmente quien juzga a otros, se juzga a sí mismo constantemente.

success-3195027_1920.jpg

El verdadero éxito:

Hay un éxito del que nadie habla pero que está directamente relacionado con el bienestar y la sensación de una vida llena de sentido: conseguir desligar nuestra valoración de nosotros mismos de nuestra productividad, incluso en un entorno como el que vivimos.

La excelencia y la superación personal no son incompatibles con saber que somos mucho más de lo que hacemos. No hay peligro en disfrutar e incluso dedicarnos con pasión a nuestro trabajo, pero no asumamos que eso es lo más importante y mucho menos todo lo que somos.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Otros post relacionados...

¿Quieres saber cómo la psicología puede ayudarte en tu día a día?

Apúntate para recibir información útil, invitaciones a talleres y cursos y más.